viernes, 15 de junio de 2007




El agua es la base de la vida en nuestro planeta. Forma parte de todos los organismos vivos y es el medio físico de multitud de ecosistemas de incalculable valor ecológico y social. En la actualidad estos ecosistemas (ríos, lagos, humedales...) se encuentran seriamente amenazados por una gestión inadecuada de los recursos hídricos basada en un modelo insostenible de uso del agua. Según Naciones Unidas, España es el país más árido de Europa. Un tercio de su superficie sufre una tasa muy elevada de desertificación y un 6% ya se ha degradado de forma irreversible. Las zonas más afectadas hasta ahora son la vertiente mediterránea y las islas Canarias. La desertificación es un proceso de degradación de tierras por efecto directo de la acción humana. Las principales causas de este proceso son la sobre explotación de los recursos hídricos, la agricultura intensiva, la tala indiscriminada de bosques, el sobre pastoreo, los incendios y la ocupación del suelo por el negocio inmobiliario.

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